No solo puede aplicarse a tener la casa limpia o ayudarnos, con su voz, desde nuestro móvil. La inteligencia artificial también ayuda al desarrollo cognitivo y terapéutico de las personas.

Robot Social IO es un tipo de dispositivo social que colabora en la detección y tratamiento de una serie de trastornos asociados al desarrollo infantil. Niños que padecen autismo, Síndrome de Asperger y TDAH tienen una oportunidad de mejorar sus habilidades relacionales con la ayuda de este robot que funciona con FIWARE. Esta infraestructura, que promueve la Unión Europea, es libre e impulsa el desarrollo de las TIC. La empresa sevillana de tecnología aplicada al ámbito de la salud Psykia Tecnología Social es la responsable de que este dispositivo pueda identificar las emociones de un niño y hablar con él.

Precisamente, el diagnóstico del TDAH mediante inteligencia artificial fue abordado en el IV Congreso Catalán de Salud Mental de la Infancia y Adolescencia, en el que participaban instituciones como la Universidad de Barcelona. Uno de los trabajos presentados se basaba en un hardware de sensores y unidades de procesado, y un software especializado que: permitían la visión, reconocían patrones de comportamiento y analizaban neuroimágenes. Todo con el fin de identificar anomalías en áreas cerebrales específicas.

La cuantificación que estas investigaciones proponían eran automatizada, a través de aplicaciones prácticas poco invasivas para los jóvenes pacientes, que participaban en: filmaciones en distintos contextos, juegos de ordenador personalizados y ejercicios matemáticos.

El laboratorio para la Inteligencia Artificial y Ciencias Computacionales de Massachusetts (MIT) ha desarrollado un software que es capaz de localizar anomalías neuronales incipientes, tales como el Alzheimer y el Parkinson. Las personas que lo utilicen harán uso de un bolígrafo digital con el que dibujarán un reloj. El sistema interpretará los movimientos del boli, el tipo de trazo, el pulso del paciente y otras variables que serán cruzadas para arrojar un diagnóstico.

La investigación en inteligencia artificial aplicada, como hemos visto, es también una cuestión que interesa al ámbito público. La Universidad Politécnica de Madrid es pionera en el desarrollo de un prototipo de robot, cuya parte física articulada va a llevar un revestimiento de silicona para que tenga una apariencia más natural. De hecho, los investigadores de la UPM buscan dotarle de una apariencia cercana al primate para que genere la mayor empatía posible que un “robot de compañía” pueda tener. Esto es de extrema necesidad para que sea efectivo en el acompañamiento de ancianos o en la terapia ocupacional con niños que, de esta manera, cogerán más confianza.

Para 2016, está previsto que esté lista la estructura mecánica y motorizada de las articulaciones del robot, así como la captación de imágenes. En 2017 ya estarían incluidas sus capacidades lingüísticas y podría jugar al típico juego del veo-veo, incluso.

Los proyectos sobre inteligencia artificial aplicados al desarrollo cognitivo y terapéutico son una realidad creciente. Muestra de ello son los encuentros que ponen común trabajos e iniciativas al respecto, como la Primera Conferencia Internacional sobre Robots Sociales en la Terapia y la Educación que tendrá lugar en Almere (Holanda), el 22 y 23 de octubre.