Diciembre parece haberse convertido en el mes de Star Wars. Por segundo año consecutivo, se estrena una peli de la saga (Rogue One, esta vez) y han aprovechado el tirón. Por ello, se está construyendo la Estrella de la Muerte en pleno centro de Madrid. No, nos referimos a ningún atasco, sino a que una réplica se está imprimiendo al lado de la Puerta de Alcalá.

Para ser más concretos, la encargada de hacerlo es una impresora tridimensional que fabrica una copia de la estación espacial destructora, aparecida en la famosa saga. Ya se ha superado la mitad del proceso de impresión, cuya conclusión estaba prevista el pasado fin de semana. Los organizadores de esta iniciativa han anunciado que se prolongará hasta este viernes 23, finalmente. Y eso que la Estrella de la Muerte está que echa humo, o más concretamente la impresora porque trabaja de día y de noche, sin interrupción, a excepción del mantenimiento lógico de tal dispositivo.

La réplica se encuentra protegida de los paseantes gracias a un habitáculo transparente. Éste permite ver la evolución de la plataforma mortífera, dedicada a la destrucción de planetas en “una galaxia muy lejana”. El duplicado va a alcanzar unas dimensiones considerables: 100 kilos de peso y un radio de 1 metro. El material utilizado en la impresión es un tipo de plástico maleable con el calor, pero que adopta rigidez a temperaturas frías. Es decir, es un polímero con propiedades termoplásticas.

Es tal la precisión de esta impresora 3D que la copia de este arma destructora va contando con las rugosidades propias de la original, así como con el cráter del que emanaba el rayo láser mortal para los enemigos del Imperio. Como recoge la web del Ayuntamiento de Madrid, el proyecto está siendo gestado por Leonard Dodd, a petición de Disney. Dodd es ingeniero de la compañía norteamericana ErectorBot, especializada en la impresión tridimensional a gran escala y de objetos de gran diámetro.

Esta empresa utiliza la técnica de extrusión en el proceso. Ello permite que el material usado se caliente, tanto en la tolva donde está almacenado como en el cabezal impresor. Así se posibilita que el plástico adopte la morfología deseada. Después, la resina coge consistencia, al enfriarse, para quedarse en la forma definitiva, en este caso la de la máquina interplanetaria.

Los que no puedan acercarse para ver el proceso, pueden conocer un poquito más a través del hashtag #DeathStarMission, bajo el que también los fans pueden interactuar. Una vez que la Estrella de la Muerte esté acabada, se expondrá en los cines Kinépolis de la capital (Ciudad de la Imagen). Tranquilos, su rayo láser no destruirá nada, esta vez.

Como nota curiosa, podemos decir que ésta no es la única ocasión en la que unas mentes inquietas (y algo frikis) intentan replicarla. El pasado año, uno de los ingenieros-jefe de la NASA, en concreto Brian Muirhead, fue quien dio cierta orientación al respecto. La visión de éste era que la Estrella de la Muerte hubiera sido mucho más viable y rentable, de haberse edificado sobre un asteroide o planeta. Cree Muirhead que los “ingenieros” del Lado Oscuro de la Fuerza se complicaron la vida, como reflejaba la noticia publicada en la web de Abc.

Otro dato anecdótico, en relación a esta herramienta del Mal, fue una iniciativa popular que llegó al gobierno estadounidense. Aunque la propuesta incluso alcanzó los dominios de Kickstarter, el ejecutivo la rechazó alegando, entre otras razones: 1) no estaban dispuestos a destruir planetas; 2) la Estrella de la Muerte les saldría por unos 850.000.000.000.000.000 dólares. Quizá poco rentable…

En cualquiera de los casos, lo más cerca que estaremos de la plataforma del Imperio, películas aparte, será la réplica en 3D cuya fabricación podemos disfrutar hasta este viernes. Mención especial son las esterillas para el ratón, comercializadas por la FNAC.